martes, 10 de marzo de 2009

Guardaespaldas de Rocha hace crudo relato del crimen y dice que su empleador lo engañó

El crudo relato de César Osores, guardaespaldas del empresario educacional Gerardo Rocha, sobre los últimos minutos de vida del martillero Fernando Oliva, dejó al tribunal y a los intervinientes en un profundo silencio y marcó la primera jornada del juicio oral por el homicidio ocurrido el 21 de febrero del año pasado en El Quisco.Osores y Marcelo Morales, chofer de Rocha -quien planeó y participó en el crimen, muriendo meses después por las heridas que recibió en el hecho-, actuaron junto a éste en el crimen del martillero y el fiscal los imputa de coautoría de homicidio calificado, incendio y tenencia ilegal de armas, en el caso de Morales.Se espera que en las audiencias, que se extenderán hasta la próxima semana, declaren, entre otros, Verónica Espinoza, pareja de Rocha; Dante Yutronic, investigador privado contratado para recopilar información de la víctima, y el general Manuel Contreras, quien habría sido consultado por Rocha para deshacerse del martillero.Osores, interrogado por la fiscalía y la parte querellante, detalló minuto a minuto lo que pasó ese 21 de febrero. Dijo que una vez en la casa del martillero, Gerardo Rocha apuntó con su arma a Oliva y le gritó "¡esto es un asalto!".En ese momento, según el relato del imputado, el dueño de casa estaba en el segundo piso mostrándole al chofer de Rocha, Marcelo Morales, el televisor nuevo que había comprado para que estuviese cómodo en la habitación que había alquilado."¡Estás loco, no has cambiado nada!", respondió Oliva al percatarse de que era Rocha quien le apuntaba.Aquí Osores hace un quiebre, declara que por la respuesta y actitud de la víctima comprendió que había conocimiento previo entre ellos, y dice que se sintió "engañado" por Rocha."¡Háblame de la violación de Verónica en la oficina de Merced!", urgió Rocha al martillero jubilado mostrando los celos que lo llevaron a planificar el ingreso a la casa de El Quisco."¿Qué violación... si era mi secretaria?", respondió Oliva sorprendido respecto del trabajo que desempeñó Verónica Espinoza en la década del 80, dos décadas antes de transformarse en la pareja de Rocha.Osores recuerda que en ese momento Rocha estaba alterado y que le ordenó inmovilizar al infortunado martillero. Él lo arrojó a la cama y lo sujetó de los hombros. Morales usó la cinta de embalaje para atarlo de pies y manos. "Oliva hizo escasa resistencia", señala convincente.Luego el guardaespaldas refiere que Rocha pidió a Morales que fuese por la caja en donde había transportado el bidón con bencina, el arma eléctrica tipo electroshock y el spray de gas mostaza. Y les ordena a ambos bajar al primer piso "porque lo único que quería era estar solo con él", dice.Osores insiste en que ignoraba el plan de Rocha, aunque en tres ocasiones lo acompañó para vigilar a Fernando Oliva y recibió una paga de $500 mil en tres cheques por su trabajo. Incluso vio cuando su empleador se disfrazó para ver de cerca a su víctima y luego golpeó su propio jeep en un ataque de celopatía."Cuando estábamos en la planta baja, le pregunté a Morales de qué Verónica estaba hablando don Gerardo. No entendía nada. Y después que me explicó, le dije que éste era un lío de faldas y que yo no quería saber nada más" recuerda.Transcurrieron entre uno y dos minutos y ocurrió la explosión en la pieza donde estaba Rocha con su víctima inmovilizada. "Rocha estaba en llamas al final de la escalera. Subimos corriendo. Morales lo cubrió con una frazada. Y le seguía saliendo fuego por la boca y la nariz. Así que le corté el oxígeno (cubriéndolo con su propia mano) y después le di un golpe en el pecho para reanimarlo", relata Osores.Más tarde, camino de la Clínica Reñaca donde pidió ir, Rocha comentó a su guardaespaldas y a su chofer que lo acompañaban: "¡No sabía que la bencina fuera tan volátil. (La situación) se me escapó de las manos!".

Fiscalía solicita presidio efectivo de 40 años para los imputados

El fiscal de San Antonio Álvaro Pérez pidió 40 años de cárcel efectiva para César Osores y Marcelo Morales por coautoría en el homicidio del martillero Fernando Oliva.Espera demostrar ante el tribunal oral presidido por el magistrado Claudio Espinoza que ambos imputados, junto al fallecido Gerardo Rocha, desplegaron "un escenario de confianza" para cometer el crimen.En el relato de los hechos dijo que Morales ingresó a la casa de El Quisco aprovechando el conocimiento que tenía de la víctima. Portaba una caja de cartón con bencina, electroshock y gas pimienta. Dejó la puerta abierta y "pinchó" el teléfono de Rocha para que entrara.Agregó Pérez que Rocha llegó armado de una pistola secundado por Osores. Morales y Osores amarraron a Oliva. Después que Morales subió la caja con los elementos para el crimen, bajó al primer piso para vigilar."Rocha interrogó a su víctima sobre una supuesta violación de su pareja, aplicándole descargas eléctricas. Virtió bencina y le dijo a Osores que saliera de la habitación", dijo.Al final señaló que Oliva murió de una cardiopatía y el incendio causado por Rocha destruyó el 20% de la propiedad.

El chofer se contradice y no le creen

Durante el contrainterrogatorio efectuado por el tribunal, el imputado Marcelo Morales entró en contradicciones que hacen perder credibilidad a su versión de que fue llevado a la escena del crimen por Gerardo Rocha, sin saber a qué iban.La magistrada Mónica López fue particularmente inquisitiva para preguntar las razones que tuvo para cambiar su plan original de vacaciones al sur del país, y aceptar dos semanas pagadas por Rocha para veranear con su familia, justamente, en la casa arrendada al infortunado Oliva en El Quisco.Luego Morales se enredó para explicar por qué decidió compartir la habitación con Mauricio Leiva, chofer de Verónica Espinoza, una semana cada uno. Y en definitiva por qué "desalojó" a Leiva antes de cumplirse la semana ofrecida y llegó a instalarse el jueves 21 de marzo del 2008 -justo el día del crimen- facilitando el ingreso de Rocha y Osores.Morales dejó más dudas al decir que olvidó haber "pinchado" el teléfono de Rocha para avisarle que las puertas estaban abiertas para que ingresara a la casa. Pero el peritaje lo acusa.

Fuente: http://diario.elmercurio.com/2009/03/10/nacional/nacional/noticias/3316FA52-4847-4C64-947D-C68C03E344E0.htm?id={3316FA52-4847-4C64-947D-C68C03E344E0}

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