miércoles, 3 de junio de 2009

Expertos advierten que igualdad salarial podría afectar contratación de mujeres

La nueva ley que busca introducir igualdad salarial entre hombres y mujeres, y que ayer fue promulgada por la Presidenta Bachelet, es valorada unánimemente por economistas, representantes gremiales y asesores laborales que fueron consultados por "El Mercurio", principalmente por el cambio cultural que puede producir en la sociedad para ir desterrando prácticas discriminatorias.Con igual intensidad, los expertos también advierten que la nueva norma presenta una serie de complejidades operativas que a la larga podrían terminar afectando el empleo femenino.Las grandes empresas ya están analizando junto con sus asesores jurídicos los efectos y alcances de la nueva normativa. La ley establece que deberá haber igualdad de remuneraciones en cargos similares. Aquí comienza el primer problema pues, según advierten los expertos, definir un cargo en el papel es simple, pero en la práctica puede ocurrir que una persona en un cargo similar tenga responsabilidades distintas. Esta calificación de roles podría generar controversias y obligará a las empresas a definir muy bien los cargos y así evitar multas o juicios. "Esto es complejo, ya que la ley otorga el mismo tratamiento tanto a las grandes como a las pequeñas empresas, y estas últimas no siempre tienen acceso a buena asesoría", señala Mauricio Peñaloza, abogado laboral y socio de Ernst & Young.

Judicialización

Peñaloza también nota que la norma podría complicar la administración de las remuneraciones. "Si a esto sumamos que bajo el nuevo procedimiento laboral (que ahora es oral) sólo uno de cada diez fallos favorece a las empresas, puede terminar desincentivando la contratación de mujeres".Una posible mayor judicialización de las relaciones laborales es precisamente una de las principales inquietudes. Huberto Berg, director de Berg Consultores, advierte que si a través de la norma se empieza a ver una suerte de aumento de denuncias de mujeres que se sienten discriminadas, hará que muchas empresas disminuyan su contratación de mujeres para evitarse problemas. No sólo eso. La obligación de hacer una completa descripción de cargos, y ponerla en un reglamento interno, presentará dificultades. "Cada vez que en la empresa se necesite hacer cambios en la estructura habrá que someterlo a la consideración de varias partes, con lo que se vuelve a una situación propia de los años 60", advierte.Desde el mundo gremial también se escuchan algunas inquietudes. Carlos Eugenio Jorquiera, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, si bien valora la iniciativa, señala que las empresas estarán atentas a las instrucciones que se dicten sobre el particular, "debido a que no debe ser fácil distinguir cuando un empleador puede hacer una discriminación entre un cargo y otro". Prevé que cuando se dé mayor remuneración a un hombre en razón de idoneidad, en la práctica podría ser algo difícil de calificar. "Esperemos que eso no se traduzca en una fuente conflictiva de interpretaciones y termine esto en una cantidad de denuncias inimaginables. Esto puede atentar contra la contratación de las mujeres".

Efectos en el trabajo

Entre economistas también hay aprensiones. Para el experto en economía laboral de la Universidad de Chile David Bravo, la aplicación de la ley será muy compleja de llevar a cabo, y hay riesgo de judicialización, en particular a la hora de demostrar que las diferencias salariales responden a factores objetivos. Según Bravo, estudios realizados por este plantel muestran que las razones para explicar diferencias laborales obedecen más bien a la discontinuidad en el mercado del trabajo o la elección de carreras.Una visión compartida por Claudio Sapelli, profesor del Instituto de Economía de la U. Católica: "El comparar hombres con mujeres de igual edad es difícil, porque normalmente la mujer tiene una vida laboral que está interrumpida por los años en que tiene guagua. Implica menor acumulación de experiencia laboral", y advierte que si se complica la contratación, éstas tendrán menos posibilidades de cambiarse de trabajo, lo que rigidiza el mercado.

Autor: http://diario.elmercurio.com/2009/06/03/economia_y_negocios/economia_y_negocios/noticias/8056934F-DAC9-4E33-B349-08FEBB952CC7.htm?id={8056934F-DAC9-4E33-B349-08FEBB952CC7} (El Mercurio)

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