Un adelanto de $10 millones. Eso es lo que presumen los fiscales Vinko Fodich y Carlos Gajardo que recibió el sicario José Ruz Rodríguez de parte de María del Pilar Pérez, a cambio de ejecutar su macabro plan.
La idea de la llamada "Quintrala", era que su cuñado Agustín Molina, su hermana Gloria, su madre María Aurelia y su sobrina María Belén Molina fueran víctimas del homicida a sueldo, en septiembre pasado.
Pero el plan se demoró y fue finalmente el 4 de noviembre el día que escogió para atacar a los familiares de su "jefa", quienes vivían en Seminario 97. Sin embargo, esa mañana se cruzó con el economista Diego Schmidt-Hebbel, novio de María Belén, a quien hirió de muerte de un tiro en el cuello.
La presunción del pago del citado adelanto se construyó en base al análisis de los movimientos de las cuentas corrientes de Pérez López y la suma de un par de testimonios.
En enero pasado, los fiscales recibieron la información completa de las cuatro cuentas corrientes de la imputada. Tres del Banco de Chile y una en el Scotiabank.
Según fuentes de la indagatoria, los movimientos bancarios de Pilar Pérez eran, mes a mes, ordenados y uniformes. En la investigación sus cercanos reconocen que era muy estructurada y todo lo pagaba con cheques. Cuentas de servicios, casas comerciales y otros compromisos los pagaba siempre con documentos, ninguno de ellos superior a los $500 mil.
Por ello resultó revelador para los fiscales el hallazgo de tres cheques cobrados por caja por la propia Pilar Pérez por montos que no se ajustan a esta regla.
El primer documento es del 12 de agosto, con el cual la imputada retiró $4.800.000 de su cuenta en el Scotiabank. Luego, el 18 de agosto cobró en la sucursal Suecia del Banco Chile un cheque de su propia cuenta por $4.400.000. Finalmente, el 1 de septiembre registra otro cobro en el Scotiabank por $850 mil.
El pago
¿Qué hizo Pilar Pérez con este dinero? Los investigadores creen que se trata de un adelanto para Ruz. Y es que en esos días no hay registros de que la mujer haya comprado un vehículo o algún otro bien de un valor similar.
Existe un testimonio que da luces sobre esto. Marcos Silva Ruz, el primo del sicario y su socio en el negocio de los cafés con piernas, declaró ante los fiscales dos días después de la muerte de Schmidt-Hebbel. Reveló que a principios de octubre Pilar Pérez lo llamó insistentemente.
"Me llamó unas tres veces. Me dijo que quería ubicar a Ruz pero que no le contestaba. Hace dos semanas fui a la casa de Mario (Ruz) y le dije que Pilar lo estaba llamando 'como loca'. Mario me dijo que sabía por qué y era porque él tenía una plata de ella y se estaba haciendo el 'loco'", declaró Silva.
Estos llamados están registrados en los tráficos telefónicos en poder del Ministerio Público.
Otro socio de Ruz -esta vez en un negocio de camiones- el testigo Igor Larrañaga confesó a los fiscales que unos quince días antes que cayera preso, el sicario decía que le iba a llegar una plata con la que se compraría una retroexcavadora.
Con estas pruebas indiciarias en la fiscalía presumen que Pérez López le adelantó $10 millones de los $30 millones prometidos por el crimen de sus familiares. Ruz, pese a confesar todo, nunca dijo haber recibido este adelanto. La única plata que Pilar Pérez le habría facilitado fueron $500 mil con los que, en abril del año pasado, mandó a confeccionar el arma con que asesinó en calle Infante al ex marido de la imputada, Francisco Zamorano y su pareja Héctor Arévalo.
Autor: http://diario.elmercurio.com/2009/04/11/nacional/nacional/noticias/C3B6D777-8E30-4FB7-AD5E-3E3541B98301.htm?id={C3B6D777-8E30-4FB7-AD5E-3E3541B98301} (El Mercurio)
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