martes, 28 de abril de 2009

Director de Gendarmería: "Fue un incendio premeditado destinado a causar víctimas"

El director de Gendarmería, Alejandro Jiménez, confirmó que el incendio de la cárcel Colina II, donde diez reclusos de alto compromiso delictivo perecieron asfixiados, tuvo un origen intencional, a la vez que admitió deficiencias en la inteligencia penitenciaria, por no haber anticipado la disputa entre bandas rivales que originó la tragedia.El primer incidente de este tipo en el penal inaugurado en 1994 es investigado en paralelo por el Ministerio Público, la Fiscalía de la Corte Suprema y la Fiscalía Administrativa de Gendarmería.Y si bien tales pesquisas están en pleno desarrollo, Jiménez ya tiene una idea formada: "Fue un incendio premeditado destinado a causar víctimas".En la misma línea, su superior directo, el ministro de Justicia, Carlos Maldonado, aseguró anoche que "probablemente haya internos que puedan ser imputados por homicidio".En ese contexto, Jiménez enfatizó que los responsables serán enjuiciados y condenados. "El Estado de Derecho también rige dentro de las unidades penales", advirtió.Pero Gendarmería además encontró fallas de sus funcionarios de inteligencia por no haber detectado oportunamente la tensión entre los grupos rivales. Según familiares de los fallecidos, éstos fueron amenazados varias veces en los últimos días.Jiménez reconoció que los reclusos de cárceles no concesionadas tienen autorización para cocinar alimentos en sus celdas y se mostró decepcionado por el fracaso en la eliminación de los cuchillos artesanales y los teléfonos celulares.Admitió asimismo un hacinamiento endémico en los penales chilenos, aunque aseguró que al momento del siniestro, Colina II tenía 1.840 internos, con una sobrepoblación de sólo 40: "Las cárceles concesionadas nos han permitido terminar con las celdas colectivas tradicionales.

Los minutos de horror

Para prevenir un rebrote de la violencia, Gendarmería trasladó a 18 internos involucrados en la riña e incendio a la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago.Según las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del exterior del módulo 6 del penal, el incendio comenzó a las 11:40 horas del domingo en el colectivo C del tercer y último piso, cuando comenzaba el desencierro de sus 41 ocupantes, autorizados para atender a sus visitas.Según familiares de los implicados, por rencillas anteriores surgidas en un partido de baby fútbol y disputas de espacio en el patio, los internos del módulo 4, armados de estoques y liderados por el reo conocido como "El Cara de Jarra", arrinconaron a sus rivales de la banda de estafadores telefónicos dirigida por Sergio Bopp -uno de los fallecidos- y les bloquearon la única puerta de acceso y salida, apilando material inflamable para prenderle fuego.Según Jiménez, los gendarmes llegaron un minuto después a sofocar el enfrentamiento, pero fueron atacados con estoques por los amotinados. Los custodios dispararon balines de caucho para abrirse paso, y tres minutos después tomaron el control de la puerta, que por las altas temperaturas estaba atascada. Entonces, los gendarmes, junto con los bomberos, rompieron los barrotes de una ventana interior y rescataron al único sobreviviente, Marcelo González Oyarce, ahora internado en la Posta Central con graves quemaduras.Otros dos internos del bando agresor, Miguel Salazar Román y Nelson González Moreno, sufrieron heridas cortopunzantes.

Críticas de la Suprema

A la fiscal de la Corte Suprema, Mónica Maldonado, le corresponde supervigilar la situación de las cárceles del país. Por eso a primera hora de ayer envió al sitio del suceso a los fiscales de la Corte de Apelaciones de Santiago, Juan Manuel Escandón y María Loreto Gutiérrez, para que elaboren un informe que deben entregar hoy.Maldonado cuestionó el procedimiento de los funcionarios de Gendarmería, argumentando que el sector donde ocurrió el incendio no estaba sobrepoblado."Sí, se tardó en reaccionar. No al incendio, sino que a la lucha entre ellos mismos, si es que el fiscal da por sentado que nació del enfrentamiento de los propios internos", sostuvo Maldonado.Para la fiscal de la Corte Suprema, los problemas en las cárceles radican "en la cantidad de presos que hay en los penales, situación que en parte podría solucionarse, como en Antofagasta, donde el reclamo es que no se les han rebajado las condenas a los internos que tienen buena conducta. Por otro lado, las peleas que existen entre familias, socios de causa como se llaman, llevan a que el aislamiento sea un caldo de cultivo para la lucha".La fiscal administrativa de Gendarmería, Pamela Reygada, concurrió a Colina II para iniciar el sumario sobre la actuación de los gendarmes.Y el fiscal de Colina, Patricio Macaya, después de interrogar a los testigos, admitió que el incendio comenzó por una riña entre bandas rivales, aunque no pudo precisar su origen.

Los familiares, del dolor a las amenazas de un desquite

Los familiares de Sergio Bopp, alias "El Flaqui" -uno de los reclusos que fallecieron al interior de Colina II-, fueron los primeros en ingresar al recinto penitenciario para escuchar de primera fuente lo sucedido. Cuando la madre de Bopp, Lina Ávila, se retiraba del lugar, en medio del llanto indicó que su hijo recibió amenazas de muerte de un recluso del módulo cuatro. "Yo sé quien lo mató. Fue 'El Cara de Jarra'. Yo sabía que hace una semana lo tenía amenazado de muerte", señaló, y lanzó una advertencia: dos de sus hijos vengarán al hermano que ha muerto. Bopp cumplía una condena de tres años y un día por el delito de estafa.El ambiente entre los familiares de los diez reclusos muertos era de dolor y rabia. Una treintena de ellos llegó ayer al Servicio Médico Legal (SML) a la espera de la entrega de los cuerpos. Tan irritados como tristes, varios decían tener identificados a los internos que causaron el incendio. "Aquí va a quedar la grande", fue uno de los comentarios.Otros se descargaron contra la reacción de Gendarmería frente al siniestro, sindicando a los funcionarios como responsables de la muerte de sus seres queridos. "Ellos (Gendarmería) tienen que solucionarles los problemas a los reos, no dejar que se maten. Yo pienso que no prestaron ayuda para nada, porque si lo hubieran hecho, se habrían salvado esas diez personas que murieron", dijo Nancy Dinamarca, hermana de Alejandro Dinamarca, uno de los fallecidos, quien cumplía condena por el homicidio del asistente de la PDI Mauro Castillo. Otros familiares, que no quisieron dar sus nombres por miedo a represalias, indicaron que los gendarmes habían dejado morir a los reclusos en medio de las llamas. Desmintieron los dichos del director de la institución señalando que no les importó si morían. "Yo estoy en contra de Gendarmería, porque ellos no cuidan a los presos. Vamos a tomar acciones legales", señaló uno de los deudos.El director nacional del SML, Patricio Bustos, explico que durante la madrugada de ayer se realizaron los peritajes -con la participación de la PDI, el Registro Civil y Gendarmería- para establecer la identificación de los cuerpos, cuya causa de muerte fue la asfixia.Los familiares se agruparon después de recibir los cuerpos para iniciar una querella en contra de los responsables de la tragedia.

Autor: http://diario.elmercurio.com/2009/04/28/nacional/nacional/noticias/DC63F28B-7C0A-4E79-B035-AE612A5DC78E.htm?id={DC63F28B-7C0A-4E79-B035-AE612A5DC78E} (El Mercurio)

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