domingo, 29 de marzo de 2009

Pilar Pérez se recupera tras intento de suicidio

Una horca hecha con los cordones de sus zapatillas, trozos de toallas y sábanas, todo amarrado entre sí, fue lo que confeccionó María del Pilar Pérez López, conocida como "La Quintrala", para intentar quitarse la vida la madrugada del sábado en el baño de la antigua sección Menores, al interior del Centro de Detención Femenina (CDF).La alerta la dio una funcionaria, encargada de su vigilancia las 24 horas del día, quien relató que la imputada por los tres crímenes de Providencia, pidió permiso para ir al baño poco antes de la una de la madrugada.Hasta ahí todo bien. Pero Pérez López demoraba más de lo normal. Luego de tres minutos de espera, la gendarme decidió ingresar al pequeño baño y la encontró colgada desde un fierro de cañería que estaba al aire.De inmediato, la funcionaria cortó el vínculo y la bajó, semiinconsciente. La llevó a la enfermería del penal, donde fue atendida por un paramédico. No tenía lesiones visibles, pese a lo cual igual fue trasladada hasta el Hospital Penitenciario, donde fue chequeada por los médicos de Gendarmería.Según el coronel Carlos Muñoz, jefe del Departamento de Seguridad de la institución, la mujer no presentó lesiones y durante el día de ayer retornó a su normalidad. Pero Gendarmería dispuso de inmediato medidas para reforzar su vigilancia, entre las que se contempla instalar cámaras de vigilancia.Mario Palma, su nuevo abogado, la visitó ayer y comprobó que la mujer tenía un leve hematoma en el cuello producto del roce de los elementos con que intentó suicidarse. Además, dijo que la vio desecha, angustiada y desamparada.Esa fue la conclusión a la que llegó tras un breve diálogo que tuvo con Pérez López, en el que la mujer lloró amargamente."El principal motivo de su aflicción es la falta de sus hijos, quienes no la vienen a ver. Ella los necesita en estos momentos difíciles. Trataré de contactarme con ellos para lograr un acercamiento", dijo ayer Palma.

Querella de su hija

Esta intención se contrapone con la posición de sus dos hijos Rocío y Juan José Zamorano.La primera tomó el viernes pasado la decisión de ampliar la querella por la muerte de su padre Francisco Zamorano, responsabilizando a su madre del delito de parricidio y al sicario José Ruz Rodríguez, de homicidio calificado.Con esto se terminó de quebrar la relación, que ya estaba dañada desde el 4 de marzo pasado, en la última visita familiar que recibió Pérez López. Ese día, el marido de Rocío, Rodrigo Arroyo y su hermana Etelvina, recibieron el encargo de la imputada para intentar sobornar a Ruz y su abogado para que se retracte y la exculpe.

Fiscales buscan controlar todos los dineros de "La Quintrala"

Libertad de acción. Eso es lo que no tiene María del Pilar Pérez en la cárcel, desde donde hasta hace unos meses intentaba ordenar y mover sus recursos que, ahora, están bajo el control total del Ministerio Público.Todos sus intentos han sido interceptados por los fiscales Vinko Fodich y Carlos Gajardo, quienes indagan su autoría en los crímenes de Francisco Zamorano, ex marido de Pérez, y su pareja Héctor Arévalo; además de la muerte del economista Diego Schmidt-Hebbel, novio de su sobrina María Belén.Los últimos recursos conocidos de la imputada son tres pagos pendientes por honorarios que recibiría de la empresa Supermercado 10, del grupo que ahora controla Unimarc. Según fuentes de la causa, Pérez había realizado trabajos para tres supermercados, ubicados en los sectores de San Pablo, 5 de abril y en Santa Rosa, por los que se le adeudan $3.772.554.En febrero pasado, Etelvina Arroyo, la cuñada de su hija Rocío Zamorano, estaba encargada de retirar los cheques y depositarlos en favor de ésta última, quien tenía un mandato de su madre. Pero el trámite quedó pendiente luego que la propia Etelvina y su hermano Rodrigo recibieron el encargo de Pérez de sobornar al sicario, en la última visita a la cárcel.Esto llegó a oídos de Unimarc, que informó a la fiscalía de la existencia de los honorarios. La semana recién pasada los fiscales pidieron la retención de los dineros, que fue aceptada por el 8º Juzgado de Garantía.Para los fiscales es vital mantener a la imputada sin la posibilidad de acceder a sus recursos, debido a que se le imputa ofrecer dinero a cambio de los crímenes.En control de la justicia ya se encuentran sus cuentas corrientes en los bancos de Chile y Scotiabank, las que están congeladas. También están embargadas todas sus propiedades, inclusive aquellas que traspasó a su hija Rocío con el propósito de venderlas, justo cuando estaba siendo tramitada la custodia.En este caso se trata de su departamento de cuatro pisos en Seminario 95, los deptos. 41 y 32 de Seminario 96 y el depto. 43 de Seminario 98. También están bajo custodia los inmuebles que recibió de la herencia que disputa con sus hermanas, a saber, los departamentos 21, 31 y 42 de calle Seminario, además de una camioneta y una casa en Talagante.

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