martes, 17 de noviembre de 2009

Demandó a Unesco Santiago, pero organismo es inmune a tribunales

G.R.Q. es una geógrafa de 40 años. Tras trabajar cerca de un año y medio en Unesco Santiago -como consultora y encargada de finanzas- terminó por auto despedirse el 1 de septiembre pasado acusando una serie de hostigamientos que se desencadenaron tras denunciar por acoso sexual a su jefe directo.
G.R.Q., madre de tres hijos y con una pareja estable, está decidida a exigir una investigación al interior del organismo y obtener una respuesta, pese a todas las dificultades que se le han presentado. La principal es que en la entidad se amparan en su inmunidad de jurisdicción como organismo internacional. Bajo ese principio, Unesco Santiago impidió el ingreso de la Inspección del Trabajo cuando quisieron indagar su denuncia de acoso sexual.
La afectada presentó un reclamo formal en mayo ante el director de la sede de la Unesco en Santiago, Jorge Sequeira, por acoso sexual, acoso laboral y malas prácticas laborales. También notificó lo sucedido a la oficina central de Unesco París, que recién anoche le informó que inició una indagatoria, sólo por su denuncia de acoso.
La geógrafa dice tener pruebas concretas de éste, entre ellas un mail de su ex jefe -quien según dice debía evaluarla mensualmente para que le pagaran el sueldo- y notas que asegura él escribió en su presencia en las que le dice "tengo ganas de comerte" y "me encantan tus senos, ¡disculpa!".
"Los escribía delante mío y me los entregaba. El acoso fue paulatino, empezó como en diciembre (de 2008) y en marzo (de 2009) la cosa se puso insostenible, porque además estaba mezclada con acoso laboral", recuerda la profesional, que terminó con un diagnóstico de "trastorno depresivo reactivo" por "disfunción laboral" y una licencia que se extendió por tres meses, de los cuales sólo le pagaron el primero, tras reclamar.
Primero le habían señalado que no le pagarían el sueldo del primer mes de licencia -pese a que había trabajado 14 días-, argumentando que por su contrato no tenía derecho a hacer uso de este recurso.
Luego de reclamar ante la Inspección del Trabajo le pagaron el primer mes, pero en los dos siguientes no le recibieron las licencias médicas, y le informaron que si no se presentaba a trabajar al 31 de julio se pondría término anticipado a su contrato, que duraba hasta diciembre de 2009.
Casi dos meses después le dijeron que no se aplicaría esa advertencia. "Era un nivel de chacota", recuerda la mujer, quien reclama que tampoco le pagaron cotizaciones previsionales y de salud durante su relación laboral. Precisa que le hicieron "fee contract", que es para consultores independientes y que no generaban vínculo laboral con Unesco, porque pese a que ella sí tenía dependencia laboral, trabajaba media jornada.
Por ello, a su "fee contract" se le agregó un anexo en que se establecían sus horarios, y la supervisión y subordinación directa en el organismo.
"Lo que a mí no me dijeron nunca es que yo no tenía ningún derecho", reclama. Por ello presentó una demanda laboral en los nuevos juzgados del trabajo por "incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato de trabajo". En ella exige el pago de los meses que estuvo con licencia, lo que restaba de su contrato desde que dejó de trabajar y las cotizaciones previsionales y de salud adeudadas.
Ya tuvieron audiencia preparatoria, a la que Unesco Santiago no se presentó, y la próxima cita es el 27 de noviembre.
Seguirá el proceso, aunque sabe que de existir una condena, la justicia chilena no puede exigir su cumplimiento al organismo.
"Para mí no es un problema de plata, es un problema de dignidad", sentencia. Su abogado, Álvaro Gallegos, añade: "Ellos se amparan en su inmunidad, pero el problema es que inmunidad no es impunidad".
Consultados por "El Mercurio", en Unesco Santiago informaron que se trata de un tema privado, que se está tratando internamente y existe un "proceso" en curso, sin precisar cuándo habría resultados.
Ministerio de Relaciones Exteriores: no están sometidos a la jurisdicción de nuestros tribunales
El Ministerio de RR.EE. informó que la Unesco y el jefe de la oficina, el jefe adjunto de dicha oficina y los funcionarios superiores de la misma que tengan un grado equivalente o superior al grado máximo de la categoría profesional del organismo, gozan de inmunidad de jurisdicción y ejecución en materia laboral en este país, de acuerdo al Tratado Internacional entre Chile y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). "Lo anterior implica que no están sometidos a la jurisdicción de los tribunales chilenos", señaló la respuesta oficial entregada a solicitud de "El Mercurio".
Según el ministerio, sin perjuicio que los convenios internacionales aplicables en este caso no contemplan mecanismos de reclamos para los empleados locales, "estimamos que la interesada podría recurrir a la Sede Central de la Unesco en París o directamente a Naciones Unidas". Al mismo tiempo, expresó que la afectada también puede hacer llegar todos los argumentos que fundan su denuncia a la Cancillería, para que ésta pida a Unesco un informe detallado "de todas las acciones e investigaciones que dicha organización haya emprendido respecto de la denuncia".

Autor: http://diario.elmercurio.com/2009/11/17/nacional/nacional/noticias/063EB197-72D2-4037-A390-4D2A55A8A7D6.htm?id={063EB197-72D2-4037-A390-4D2A55A8A7D6}(El Mercurio)

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