jueves, 30 de septiembre de 2010

Defensa apunta a sacar declaración de Ruz y prepara eventual recurso para anular juicio

El subcomisario de la Policía de Investigaciones (PDI) Francisco Sepúlveda estaba a punto de contestar una pregunta cuando el abogado Boris Hrzic, representante de José Ruz, pidió que se detenga e incidentó para que el testigo no se refiriera a la primera declaración que entregó el imputado. El detective tuvo que guardar silencio.

La escena se dio ayer en la quinta jornada del juicio oral que se sigue en contra de Pilar Pérez y su supuesto sicario (Ruz) por el triple homicidio de Diego Schmidt-Hebbel, el ex esposo de la mujer Francisco Zamorano y la pareja de éste, Héctor Arévalo.

La impugnación de Hrzic buscaba evitar que Sepúlveda se refiriera al testimonio en el que Ruz reconocía el crimen. A juicio del profesional, esta confesión es ilegal, ya que fue tomada sin la presencia de un abogado defensor. Por lo mismo, el representante del hombre apunta a excluir el testimonio y cada incidencia que haga sobre ello prepara un eventual recurso de nulidad en un tribunal superior, si es que los resultados del juicio le son adversos.

"La Suprema ha fallado a este respecto y ha entendido la prohibición de tomar valor respecto de testigos que hablan de las declaraciones del imputado, porque, como insistimos, él tiene derechos. Tiene derecho a guardar silencio y tiene derecho a un abogado", argumenta el defensor penal público.

Así, al reclamar sobre esto en las audiencias, independiente si son aceptados por los jueces del tribunal, sirve para preparar el camino hacia la solicitud de nulidad en el futuro. "Si tú no denuncias un hecho en un momento determinado, después no lo puedes hacer", dice.

Hrzic adelanta que la defensa evalúa representar el incidente cada vez que se presente un testigo que haga mención a esta primera declaración del imputado. Eso aunque, como ayer, se exponga a que los jueces que ven el juicio le rechacen sistemáticamente la solicitud.

Consultados conocedores de la causa, la posición de fiscales y querellantes apuntaría a que nunca se vulneraron los derechos del acusado.

Ya que dentro de ellos (los derechos) no está el prestar declaración frente a un abogado, sino que conocer que tiene el derecho a hacerlo.

"La lectura de sus derechos valida la actuación de aquella vez", dicen.


Detective revela detalles de detención
Hace dos años, el subcomisario Francisco Sepúlveda estaba destinado a la Brigada de Homicidios Metropolitana de la PDI e investigó el crimen de Diego. Por lo mismo, estuvo presente ayer en el estrado. El policía recordó el inicio de la indagatoria, cómo llegaron a Ruz a través de testigos que vieron la patente de su auto y el momento en que lo hallaron en el centro de Santiago. "Nos encontramos en la calle con José Mario Ruz (fuera del "café con piernas" donde trabajaba) y el tipo era concordante con las características morfológicas entregadas por los testigos", dijo el detective. Recordó que conversaron al interior del local y Ruz entró en contradicciones. Por tal razón, "fue llevado voluntariamente" al cuartel policial, donde luego de varias horas confesó el homicidio.


Madre de Diego: "Este es un caso del bien contra el mal..."
Mientras ella lloraba en el estrado de los testigos, él lo hacía a pocos metros, en el primer banco del ala derecha, destinada al público que asistía al juicio en contra de Pilar Pérez y José Ruz. Greta Niehaus y Klaus Schmidt-Hebbel, padres de Diego, parecían más unidos que nunca. La mujer presentó un emotivo relato que partió por describir al joven. "Nunca me dio un día de desagrado. Fue la luz de mis ojos", dijo.

Greta recordó la noche del 3 de noviembre, cuando vio por última vez vivo a su hijo: "Lo abracé, fue el último momento que lo vi". Ya al otro día se enteró de la tragedia: "Me despertó el teléfono. Era la abuelita de Belén (Molina, polola de la víctima y sobrina de Pilar Pérez), muy agitada, quien me dice que Diego está muy grave, que lo asaltaron y estaba muy mal".

Niehaus dijo que las ganas de vivir se hacen débiles. "Yo me quiero ir con él. Una parte de mi corazón se murió para siempre, pero tengo otros hijos y cuando los miro a los ojos a mis otros hijos, decido estar acá", señaló. Al final argumentó lo que para ella significaba el hecho: "Este es un caso del bien contra el mal. El bien que representa el amor incondicional, la ternura, la belleza, la solidaridad, la lealtad... Contra seres que actúan por odio, por codicia, por venganza, por resentimiento, por extrema codicia y eso es maldad".




Autor: http://diario.elmercurio.com/2010/09/30/nacional/nacional/noticias/4C2E320C-413B-4664-9E94-3A7250BBA721.htm?id={4C2E320C-413B-4664-9E94-3A7250BBA721}(El Mercurio)

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