En una carta de ocho carillas, escrita con lápices pasta color azul y rojo, María del Pilar Pérez analizó en marzo pasado todas las pruebas que hay en su contra como presunta autora intelectual de los crímenes de su ex marido Francisco Zamorano Marfull y de la pareja de éste, Héctor Arévalo, además del homicidio del economista Diego Schmidt-Hebbel, cometido por su sicario José Mario Ruz Rodríguez, el 4 de noviembre pasado.En la misiva, que le entregó a Rodrigo Arroyo, esposo de su hija Rocío Zamorano, también da cuenta de su "plan" para revertir las imputaciones convenciendo a Ruz de que se retracte de su confesión de los crímenes e inculpe al cuñado de Pérez, Agustín Molina.Pilar Pérez, en su texto, se muestra convencida de que todo es un plan de Molina para perjudicarla.En el escrito, al que tuvo acceso "El Mercurio", comienza con una reflexión sobre la primera declaración en fiscalía tras la muerte de Schmidt-Hebbel."A sólo dos horas de fallecido Diego, en su desesperación, entra en pánico (Agustín Molina), se delata solo, es el comienzo de su fin", dice Pérez.Habla de aplicar el factor "sorpresa" como estrategia para "ganarle al enemigo".Luego encabeza su plan con la frase: "Reunión con los 3 mosqueteros (sus ex abogados Pablo Larredonda, Sergio Caro y Cristián Bouchette): jugar con las mismas 'cartas'". Después, instruye a su yerno: "Armar una declaración para MRR (Mario Ruz Rodríguez), en el fondo que MRR fue contratado por A. Molina para involucrarme y obtener así A. Molina y familia beneficios al querellarse contra mí".La idea de Pérez es que con este nuevo testimonio podrían sobreseerla, tal como ocurrió con Claudio Soza Zamorano, el primer imputado por el doble crimen de su ex marido, quien, tras la confesión de Ruz, quedó al margen del caso."Es que la fiscalía está ciega, aplica anti-justicia, ¿está corriendo mucha plata?"Posteriormente explica: "Si Ruz declara la verdad, de que fue A. Molina quien lo contrató para inculparme, el vuelco en el caso es total y quedarían al descubierto todas las maléficas intenciones que ellos tuvieron siempre en mi contra. Pasaría de ser 'víctima' a 'victimarios' (sic) que es el verdadero rol protagónico que le corresponde asumir a Molina. ¿Y Diego qué?, es también por su culpa que él murió, por no haberlo socorrido apenas lo vio. ¿Por qué no lo hizo? En este plan hay dos víctimas: Diego, que falleció por errores incomprensibles, y yo, que ya llevo más de 100 días en este infierno".Respecto de sus perseguidores, la imputada dice: "¿La suspicacia de los fiscales dónde está?, ¿Cuánto están recibiendo? Sólo confío en Xavier Armendáriz".Y concluye: "El tiempo pasa muy rápidamente, voy a cumplir cuatro meses en este encierro, estoy absolutamente reventada tanto emocional como físicamente, percibo que las cosas no están funcionando con la rapidez y urgencia que yo merezco, por favor no le den más tiempo a Molina para que siga haciéndonos daño. ¿Cómo va el préstamo?, apúrenlo lo más posible, si no se les paga luego a los abogados dejan el caso... una vez afuera ya me pondré a trabajar y aliviarles todos los problemas que les he ocasionado. Perdónenme, estoy 'hecha bolsa' y destruida"."Si Ruz declara la verdad, de que fue A. Molina quien lo contrató para inculparme, el vuelco en el caso es total y quedarían al descubierto todas las maléficas intenciones que tuvieron contra mí".
Autor: http://diario.elmercurio.com/2009/05/15/nacional/nacional/noticias/DF5C9E7C-DC9D-4D15-906F-905271D4390D.htm?id={DF5C9E7C-DC9D-4D15-906F-905271D4390D} (El Mercurio)
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